Estadísticas

Buscar este blog

martes, 11 de agosto de 2009

Un verano en 'El Dorado'


Mamadou tiene 16 años, nació en Guinea Conakry y no sabe nadar. De hecho, la primera vez que vio el mar fue cuando montó en un cayuco rumbo a las Islas, en una odisea que debía llevarlo a lo que él consideraba El Dorado europeo. Su travesía, a diferencia de otras muchas, tuvo un final feliz, hasta el punto de que ahora incluso ha perdido el miedo a "tanta cantidad de agua junta", como él mismo califica el inmenso océano Atlántico en el que ahora se baña, emocionado, muchos fines de semana.

Junto a Mamadou, los más de 400 menores inmigrantes de los dispositivos de emergencia de Tenerife, aprovechan el verano como el resto de jóvenes de su edad. Así, en estos días es fácil verlos en zonas como la playa de Las Teresitas, la piscina de La Cuesta o la Escuela Náutica de Santa Cruz, donde realizan distintas actividades de ocio y tiempo libre.

Según explica a este periódico Andry, uno de los coordinadores de los equipos de educadores del centro de Tegueste, "desde mediados de mayo hasta finales de septiembre organizamos todo tipo de actividades para los chicos, tanto por las tardes como los fines de semana". El objetivo, como no podía ser de otro modo, es la integración y el esparcimiento de unos jóvenes que han tenido que empezar de cero lejos de sus familias, en una cultura diferente y a miles de kilómetros de donde nacieron y se criaron.

En grupos de 30 y de manera rotatoria, los menores pueden montar a caballo, hacer esquí acuático, practicar piragüismo, conocer el vóley-playa o jugar al fútbol, bajo la supervisión de sus educadores de los centros y de monitores de Aventura Sport, una empresa de animación que colabora desde hace años con Mundo Nuevo, la entidad que gestiona los dispositivos de emergencia del Archipiélago. "Los chicos se lo pasan muy bien, porque cambian sus horizontes y aprenden a relacionarse", recalca Andry, que lleva año y medio trabajando con menores inmigrantes llegados en cayuco.

Para no coincidir en los mismos espacios, los centros de La Esperanza y Tegueste, que aglutina a la mayoría de jóvenes extranjeros no acompañados, se coordinan y preparan actividades diferentes cada semana, entre las que también se incluyen talleres y visitas a distintos municipios de Tenerife, acciones que también se llevan a cabo durante el resto del año. En algunas de las salidas, los chicos se coinciden con menores nacionales, con los que comparten vivencias y se integran sin problemas. Porque el verano, para los jóvenes de El Dorado, no entiende de fronteras ni de colores de piel.

Talleres y visitas

Los dispositivos de emergencia para menores extranjeros no acompañados de Tenerife, merced a la insistencia de sus educadores, se encuentran hoy día muy vinculados a las casas de la Juventud de los municipios en los que se hallan inscritos. Con esta premisa, los jóvenes de los centros pueden usar para sus actividades los albergues del Puerto de la Cruz, La Victoria y Tegueste, entre otros, donde llevan a cabo talleres de cine, habilidades sociales, manualidades, etcétera. Además, por segundo año consecutivo, varios grupos de chicos han realizado visitas a los aeropuertos del Norte y del Sur, donde personal de Aena les imparte charlas sobre cómo facturar una maleta, sacar un billete electrónico o cómo formalizar la documentación que se exige a la hora de realizar un desplazamiento. Para las salidas, Mundo Nuevo alquila guaguas y furgonetas, donde se reparten los chicos y los educadores, muchos de los cuales han adquirido con los menores una relación que va más allá del trato diario. "En Tegueste, los fines de semana somos un equipo de 12 personas", expone Andry, un joven de origen ruso que lleva ya varios años en Tenerife. "Después de tantas horas juntos, somos como una familia, sólo que de padres y madres diferentes", concluye.

Publicado en el Diario de Avisos
Fotos: Fran Pallero

No hay comentarios: