El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, salió ayer al paso de las medidas propuestas por el Ayuntamiento de Vic (Barcelona), que en principio pretendía delatar a los inmigrantes en situación irregular que se empadronaran y ahora se decanta por negarles la posibilidad de empadronarse. Corbachó calificó de «ilegales» las medidas anunciadas por el consistorio de Vic para controlar a los inmigrantes irregulares a través del padrón municipal y añadió que «pueden derivarse en responsabilidades».
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Corbacho afirmó que « con la ley en la mano, un ayuntamiento no puede impedir el empadronamiento de las personas que cumplen los requisitos». El titular de Inmigración insistió en que esto puede ser «ilegal». «El Ayuntamiento de Vic no ha cogido el camino correcto. Si el consistorio quiere cambiar la ley de empadronamiento debe dirigirse a los organismos competentes», añadió.En este sentido, el ministro reconoció que «la ley de empadronamiento tiene problemas» y «es necesario tomar medidas que limiten el número de personas que se pueden empadronar en una vivienda para evitar los pisos pateras». No obstante, «todas las personas que viven en una localidad deben tener derecho a empadronarse para poder acceder a los servicios disponibles», dijo.
Las iniciativas del Ayuntamiento de Vic han motivado el malestar de la Generalitat y del Síndic de Greuges, que recientemente abrió una acutación de oficio y pidió al consistorio información para conocer los criterios de empadronamiento que piensa aplicar a los inmigrantes.
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