Teóricamente, una sonrisa es el gesto más sencillo y barato que un ser humano puede ejecutar. En la práctica, escasea tanto que su valor se estima en kilates. Alfonso, Laura, Estefanía y Pepe intentan convertir la sonrisa en un deber y
el humor en una forma de vida. En sus expediciones, cada niño es un reto. Una centésima de segundo puede justificar un viaje de muchas horas y un plan de muchos meses. La llamada
'expedición palestina' de la ONG Payasos Sin Fronteras se repite varias veces al año. Esta vez, sin embargo, les encontramos en uno de los puntos más bajos de la Tierra, Jericó, y ante un auditorio muy especial, decenas de niños con deficiencias mentales y/o físicas.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/26/internacional/1293361382.html
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