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martes, 22 de mayo de 2012

Turismo gestante para vender bebés, una nueva forma de tráfico humano

Las redes de trafico de personas que operan en Filipinas apuntan ahora hacia los bebés de las mujeres embarazadas, a las que facilitan el viaje a otro país para que den a luz y se desprendan de los recién nacidos a cambio de dinero, en lo que se ha convertido en otra modalidad de tráfico humano. De este método se tuvo noticia por vez primera a finales del año pasado, cuando las autoridades de Malta alertaron del caso de una mujer filipina embarazada de siete meses que había viajado a ese país del Mediterráneo como turista en 2010. "Una vez en Malta, dio a luz y dejó a su hijo allí, suponemos que a cambio de dinero. No hay duda de que es una forma de tráfico", explica Bernadette Abejo, directora del Panel para la Adopción Internacional de Filipinas, la oficina del Gobierno que tramita todas las adopciones internacionales.

Según UNICEF, entre 60.000 y 100.000 personas son víctimas de la trata de personas en Filipinas todos los años. Aunque hasta el momento es el único caso documentado, Abejo subraya que "sin duda se han producido más". "Nos han llegado informes no oficiales de las autoridades de Malta y de otros sitios. Nos llegan noticias sobre estos casos a veces, pero no podemos hacerlos públicos hasta que no obtenemos todas las pruebas. Tampoco tenemos informes de cómo operan estos grupos", añade.

Hace unas semanas el congresista Rufus Rodriguez, del partido Abante Mindanao, dijo en el Parlamento que las bandas dedicadas al tráfico de personas fijan su blanco en mujeres pobres a las que facilitan los documentos necesarios, billetes de avión y algo de dinero para que viajen al extranjero y entreguen allí al bebé. El caso maltés sólo se descubrió cuando los padres adoptivos de la criatura iniciaron los trámite burocráticos para legalizar su situación. Una de las personas que ayudó a la madre biológica a viajar está siendo juzgada por el falso testimonio que prestó al comparecer ante las autoridades de inmigración maltesas, ya que omitió que la mujer estaba encinta cuando avaló su entrada en el país.

"Sólo nos podemos enterar de casos así años después. También tenemos el caso de un niño que fue dejado en Austria de forma ilegal con un año y medio. Sólo cuando nos informan las autoridades del país en cuestión podemos obtener esas informaciones", se lamenta Abejo. Aunque las autoridades filipinas se han comprometido a redoblar esfuerzos con el fin de combatir este método, Abejo recuerda que resulta prácticamente imposible controlar a todas las mujeres que abandonan el país asiático como turistas.

"Quizá se deba limitar el viaje de las mujeres en un avanzado estado de gestación. Resulta bastante fácil detectar a una mujer embarazada de siete meses", propone la directora del Abejo recuerda que esta nueva forma de venta de niños no hace más que agravar un problema que afecta a Filipinas desde hace décadas. "Hemos detectado en los últimos años casos de niños que son vendidos en Singapur. Los traficantes consiguen toda la documentación necesaria y de esta forma burlan los controles. Con los esfuerzos de los últimos años, hemos rescatado a muchos niños que iban a ser vendidos, pero la mayor parte de las veces no nos enteramos", admite Abejo.

Sus recientes progresos han sacado a Filipinas de la lista negra de países permisivos elaborada por Estados Unidos, pero la venta de niños en adopción todavía no está tipificada como delito penal en la ley de tráfico humano promulgada en 2003. "Ese aspecto está pendiente de aprobación, pero de momento sólo se contempla el tráfico para prostitución y trabajo", dice Abejo. El pasado año 406 niños filipinos de entre 0 y 15 años fueron adoptados de forma legal por familias de Norteamérica, Asia, Oceanía y Europa.

Fuente: EFE
Foto: AFP

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